Sentada en esa barra del otro lado del mundo no podía pensar en otra cosa que en mis plantas. Mis plantas, seguramente ya secas, solas, tristes, al sol. Esa maceta de albahaca que regaba y olía cada mañana, y que tantos pestos me había dado. Esas fresas que ahora deberían estar empezando a crecer y esos tomates que sorteaban parras. En fin, era mi decisión, un viaje de dos semanas a Japón. Okonomiyaki, udon, algún que otro excelente sushi, mochis, tempuras… tempuras, me encantaban. Quería aprender tempuras. Quería conocer, dominar, adaptar, pensar y hacer mías las tempuras, quería tempuras mediterráneas! Y en ese banco de ese bar de esa ciudad de Japón no pude pensar en otra cosa que tomates y albahaca, olor de mar y sol de verano.
[one_third]Ingredientes
200 g tomates cherry
200 g harina de maíz refinada (maizena)
200 g harina de trigo
1 cerveza
1 rama de albahaca
aceite para freír[/one_third][two_third_last]Elaboración
Escaldar los tomates cherry para retirarles la piel. Una vez pelados, poner a calentar abundante aceite para freír. Picar algunas hojas de albahaca bien finas, y reservar algunas enteras. Calentar abundante aceite en una parisienne para freír. En el momento justo antes de servir, y cuando tengamos el aceite muy caliente, preparar la mezcla de tempura, hasta tener la consistencia deseada. Añadir, a esta tempura, las hojas de albahaca picada. Sumergir los cherries en esta mezcla y escurrir el exceso de la mezcla. Introducir los cherries en el aceite y freír hasta que la tempura esté dorada. Retirar y escurrir el exceso de aceite, para emplatar inmediatamente.
Preparar, en un plato, unas cuantas hojas de albahaca enteras. Encima de cada hoja, disponer un tomate y servir y degustar tan rápido como podamos, disfrutando de la explosión de tempura mediterránea!!! [/two_third_last]
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