No cada día es un día especial. Es por eso que hay que valorar y hacer justicia a los pequeños placeres cotidianos. No te parece?Â
Pequeños regalos como oír reír a tu hijo, o sentir el calor de un rayo de sol en invierno, reencontrar un viejo amigo y tomar un café con el… ver pasar a una hermosa mujer!
Son esa clase de cosas que pueden salvar un día por sí mismas. Como notar la lluvia directamente sobre tu piel, aspirar el dulce aroma de una panadería de las de antes, o escuchar una canción y recordar algo bonito, el primer amor quizás… Acuérdate de guardar en tu HardDisk un momento de estos cada día, si no, será un día perdido.
[one_fourth]Ingredientes
1 hoja de masa quebrada o brisa
300 gr de fresas
2 hojas de gelatina
1 tacita de mermelada de fresas sin trozos
Ralladura de 1 limón
2 huevos
120g azúcar
50 gr de zumo de limón
150 gr de mantequilla[/one_fourth][three_fourth_last]Elaboración
Ponemos la masa quebrada sobre los moldes de tartaleta (individuales o uno grande) Cortamos los bordes sobrantes y perforamos la masa con un tenedor para que no suba. Precalentamos el horno a 200 º C y cocemos las bases unos 5 min. Retiramos y dejamos enfriar.
Para la crema, ponemos en un cazo la ralladura, el zumo, el azúcar y los huevos y batimos enérgicamente. Ponemos a cocer sin parar de remover hasta que notemos que espesa un poco. Retiramos inmediatamente sin parar de remover. Añadimos la mantequilla y trituramos de nuevo. Vertemos sobre las tartaletas y ponemos a cocer otros 5 min al horno. Retiramos y dejamos enfriar.
Lavamos, cortamos y colocamos las fresas sobre las tartaletas.
Hidratamos la gelatina sumergiéndola en agua fría unos 5 min. Calentamos la mermelada en un cazo para licuarla. Añadimos la gelatina bien escurrida del agua y diluimos. Dejamos templar esta mezcla y pintamos las tartaletas con ella.[/three_fourth_last]