Visitaba un remoto pueblo en lo que creía ser el rincón más frío de la tierra. Mis pies, acostumbrados al clima mediterráneo, sentían que cuatro calcetines de lana, unos térmicos y unas botas de piel forradas con borrego no eran suficientes. Sólo hacía que pensar en una olla de agua hirviendo. Tantas veces como veía esas burbujas y me agobiaba con ese vapor, ahora quería nadar en ellas. En mi nariz se congelaban los estornudos, y me tiritaban hasta las lágrimas de los ojos. Y en mi mente sólo tenía un grito ¡Quiero hervir! Quiero ver cómo en el agua de mi bañera empiezan las burbujas, quiero echarle sal hasta que rompa la ebullición. Quiero flotar en mi bañera hirviendo, quiero demostrar que estoy más que cocida, porque este helado que me inunda ya no lo aguanto más.
[one_third]Ingredientes
1 kg de boniato
300 g harina (aprox)
1 huevo
parmesano rallado
pimienta blanca, nuez moscada, comino, sal
250 g queso crema
100 g leche
400 g champiñones
300 g helado (nata o vainilla)
reducción de vinagre balsámico de módena
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[two_third_last]Elaboración
Antes de nada, mezclaremos helado de vainilla con reducción de vinagre balsámico de Módena, al gusto, para obtener un helado exprés de Módena. Volver a introducir en el congelador hasta el momento de servirlo.
Limpiar y envolver los boniatos en papel de plata. Cocer en el horno precalentado a 200ºC, hasta que estén blandos (unos 45 minutos). Dejarlos enfriar, retirar la piel y poner la pulpa en un bol. Machacar con un tenedor hasta tener un puré. Añadir, en este bol, el huevo, las especias y el parmesano y salpimentar.
Mezclar hasta tener una masa homogénea. Añadir la harina tamizada, poco a poco e incorporándola. Cuando toda la harina esté incorporada, enharinar una superficie y amasar a mano, añadiendo harina si es necesario, hasta que se despegue de las manos. Evitar añadir demasiada harina.
Formar tiras largas de masa y enrollarlos con las manos contra la mesa. Cortarlos en trozos de unos 3 cm, con un cuchillo enharinado. Enharinarse las manos, presionar un pedazo de la masa contra la palma y presionar con un tenedor para dibujar el relieve típico de los gnocchi. Dejar reposar hasta hervirlos, justo antes de servir.
Saltear los champiñones en pocas cantidades hasta caramelizarlos. Mientras, preparar una olla con abundante agua para hervir los gnocchi a hervir y calentar la philadelphia con la leche hasta tener una mezcla homogénea. Mantener todo caliente (champiñones y salsa), por separado.
Hervir los gnocchi hasta que floten en abundante agua hirviendo. En este punto, retirar, escurrir y servir inmediatamente, disponiendo en el centro la salsa, alrededor los champiñones y una quenelle de helado de balsámico en la cima. [/two_third_last]
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