En los tiempos que corren, y por varias razones, se ha convertido en una necesidad el cultivar, en una u otra medida, algunos productos para nuestro consumo.
Cómo introducción, huelga decir que la mayoría de frutas y verduras que consumimos nos llegan repletas de diferentes substancias químicas, todas ellas permitidas, que aseguran unos estándares relativos de calidad organoléptica (color y brillo, no sabor y textura) Algunas de estas substancias facilitan su cultivo, productividad, recogida, transporte, la facilidad de preparación y su durabilidad.
Por otro lado, a través de la selección de semillas e injertos (técnicas antiquísimas y naturales) hemos obtenido vegetales más eficientes en la parte productiva, pero más proclives a plagas y enfermedades.  Llevadas al extremo, estas técnicas ancestrales, ofrecen productos más aptos para el tipo de sociedad en que vivimos. Tomates de piel gruesa, más resistentes a golpes y rozaduras, sandias sin pepitas, plantas que ya no pueden reproducirse sin la intervención del hombre……
Se sacrifica sabor y textura en pro de una estética perfecta y una productividad óptima.  Este sistema basado en la imagen, es el causante de que millones de toneladas de alimentos queden en los campos por tener una pequeña magulladura, una forma irregular, un tamaño inexacto…..
Esto es socialmente tan injusto que lo considero la principal razón para intentar el autocultivo.
Otra razón es la recuperación de la consciencia mediambiental, sobre todo en los más pequeños, pero también en los mayores. El hecho de cultivar cualquier cosa nos devuelve un poco a la naturaleza, nuestra madre al final. Nos obliga a atender a los ciclos naturales, a estar pendientes del tiempo, de la luna. El sólo hecho de regar una planta establece un diálogo con el entorno, con la planta, con la misma tierra.
Además nos aseguramos obtener algunos alimentos libres de pesticidas, abonos químicos, de especies autóctonas recuperadas, alimentos de verdad. Una vez has probado un vegetal cultivado por ti, no hay marcha atrás, te has convertido en un pequeño agricultor, vivas en Sabadell, Girona o el mismo Eixample.
Porque la excusa del urbanita ya no sirve de nada. El mercado del autocultivo, tan de moda últimamente, ofrece soluciones para todos, y la web está llena de ideas low cost para hacer de nuestro alféizar o balcón un pequeño jardín de los dioses. Desde huertos urbanos verticales (en paredes de balcones, hasta modernas mesas de cultivo para nuestras terrazas, todo vale para cultivar unas judías, algunas tomateras e incluso algún melón o sandía. Todo es empezar.
Para los más lanzados, o los que quieren dar el siguiente paso, existen en las afueras de Barcelona, a no más de 5 min a la salida de la Diagonal, multitud de pequeñas parcelas disponibles para el cultivo en el Parc Agrari de Baix Llobregat. En estas parcelas, podrás cultivar la mayoría de hortalizas autóctonas en cantidad suficiente para ir bien poco a la verdulería, y  sólo a comprar fruta y algunas verduras exóticas.
Y no nos engañemos, aunque es verdad que el autocultivo no es rentable  en tiempo y dinero, si lo es, y mucho a nivel humano. En lo que se refiere al tiempo que ocupa, no sufráis Ir a pasar una dos tardes realizando las tareas del huerto es para mí un escape, un pequeño break en la vertiginosa semana, más que una carga. En el plano económico, no creo que mis verduras salgan más baratas que las de los comercios (a los que no he dejado de ir) pero si son mucho más buenas y saludables, sabrosas y tiernas, y sobretodo, son nuestras verduras. Las hemos sembrado con mimo y dedicación, acunándolas y atendiéndolas como si fueran algo importante, tan importante como lo que comemos. Las hemos visto crecer, regado, podado, escardado, querido… Hemos sufrido con ellas las heladas tardías de Marzo, atendiendo al termómetro cómo si de un hijo con anginas se tratara. Y después de todo, entre grandes fiestas y en familia las hemos recolectado, preparado y consumido.
En próximos posts seguiré desarrollando este amplio tema. Entretanto, id a comprar algunas semillas y sembrarlas en tiestos en casa. Lo agradeceréis.