Desde que coincidieron en esa fiesta, le obsesionaba una sola idea: retratar aquella, la más frágil y dulce parte de su amada. Era algo que había intentado febrilmente durante más de una semana, y siempre acababa de la misma manera: arrugando el papel y lanzándolo con rabia a la papelera. ¿Cómo retratar el cuello de una dama? ¿Cómo explicar la dulzura, la suave curva, su luz blanca y su color rosado? Quién sabe, quizás es por una obsesión artística que alguien empezó a llamar a nuestros mejores higos, los más dulces, los más rojos, los más exuberantes «Coll de dama».
[one_third]Ingredientes
12 higos Coll de dama
100 g queso de cabra [/one_third][two_third_last]Elaboración
Ésta es una receta fácil y rápida, y más que una receta es casi una idea. En este caso, utilizamos un producto fantástico que podemos encontrar en el mercado desde el final del verano al inicio de otoño, los higos Coll de dama.
Limpiar los higos y cortar el rabillo, retirándolo. Si la base es muy redonda y el higo no se aguanta de pie, cortar la base ligeramente para tener una base plana (intentar evitar este paso). Cortar por la parte superior, en el punto en que el higo empieza a agrandarse, y vaciar el higo, con mucha delicadeza. Reservar su pulpa en un bol. Por otro lado, trabajar el queso de cabra con un tenedor, hasta que esté blando. Mezclar la pulpa reservada con el queso y rellenar el higo, muy delicadamente, con esta mezcla.
Repartir los higos en una bandeja de hornear, verticales, apoyados en su base, y gratinar en el horno (precalentado a 190ºC), entre 5 y 10 minutos. Servir inmediatamente, como aperitivo o guarnición, y disfrutar de esta maravilla de la naturaleza!!![/two_third_last]
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